Como parte del esfuerzo para contrarrestar los efectos del cambio climático, los jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la zona de Monjaras, en el sur de Honduras, decidieron poner su granito de arena plantando árboles.
Se sembraron árboles frutales en las diferentes casas de varias personas de la Comunidad, con la condición que adoptaran el árbol y le dieran el cuidado necesario para su desarrollo.
En la actividad participaran unas veinte cinco personas entre jóvenes y líderes de la Iglesia, plantando un aproximado de ciento cincuenta árboles, con lo cual demostraron seguir el ejemplo de Jesucristo, sirviendo al prójimo y cuidando la naturaleza.